sábado, 18 de febrero de 2012

Las nuevas Leyes impositivas y la del Impuesto Sobre la Renta.

El pasado miércoles 16 de Febrero del presente año fué aprobado un grupo de disposiciones legales con carácter impositivo y la nueva ley del ISR por el congreso de la república de Guatemala, el organismo ejecutivo ya indicó que el presidente Pérez Molina la sancionará inmediatamente después de recibirla. Todo se hizo rápido con ligeros cambios casi pactados con anticipación. Se rumora también que probablemente se haya comprado votos entre los legisladores por parte del partido que ahora está en el gobierno, se señala que un millón de quetzales para cada diputado que apoyó la nueva ley fue parte del trato, además de la asignación de algunas obras de infraestructura para otros.

Lo irónico es que este mismo partido ahora en el gobierno fue el que no permitió que esta misma ley fuese aprobada durante el gobierno anterior, cuando estaba en la oposición.

El espíritu de la nueva ley es hacer que todos paguen según su capacidad económica, sin embargo aparentemente no es así, y la carga principal se dejó, como siempre, en la clase media. Uno de los problemas que generará estas nuevas disposiciones es que todos aquellos contribuyentes legalmente registrados y que ya están tributando, dejen de hacerlo y se trasladarán a la economía informal en donde no se pagan impuestos, igualmente todas las personas que prestan sus servicios como profesionales independientes optarán por otras alternativas financieras mas convenientes.

Como siempre se deja de lado el entrarle a los grandes evasores,  y solo se aplicará la ley a los que siempre son los que resultan manteniendo al gobierno, la clase media. También se esquivó la posibilidad de formalizar a todos aquellos comerciantes que manejan cantidades significativas de mercadería y dinero, pero que lo hacen dentro del sector informal como lo son los mercados, los vendedores ambulantes y sus proveedores que son empresas grandes que evitan tributar vendiendo sus productos sin facturar.

Se aprobó también duplicar el impuesto sobre circulación de vehículos a partir del próximo año.

La necesidad de recursos financieros que tiene el Estado para cumplir con sus fines es alta y con la aprobación de las nuevas leyes será aliviada en parte.

La idea que se aloja en los chapines es que para que se va a tributar si los funcionarios públicos solo llegan a los cargos para embolsarse lo más que pueden y engordar sus cuentas bancarias, como ya es una tradición en Guatemala los que tributan hacen todo lo posible por hacerlo en menor porcentaje buscando toda clase de artilugios contables para ello.

Los grandes empresarios tampoco tributan porque ya aportaron su cuota al partido de gobierno durante la campaña electoral, y ahora deben resarcirse y con ganancias por el financiamiento otorgado.

El guatemalteco común como siempre pasa desapercibido el efecto de las nuevas leyes debido a que se desenvuelve dentro de un ambiente en el que solo se gana lo suficiente para pasar el día y en la mayoría de casos menos de eso.