Selección sub -20 de Guatemala, una alegría entre tantas penas.

El pasado seis de abril, los catorce millones de guatemaltecos experimentamos una alegría histórica sin precedentes en el fut-bol nacional, la selección sub - 20 y contra todos los pronósticos le gano el partido por dos goles contra uno a su similar de Estados Unidos.

Reconozco mi escepticismo al inicio del partido tomando en cuenta los antecedentes en este tipo de eventos que para los guatemaltecos han sido por demás nefastos, reconozco también mi equivocación y aplaudo con todo el guatemaltequismo que me caracteriza el buen trabajo de los muchachos de la selección que mostraron su amor a la patria, el orgullo de ser chapines, al ganarle al equipo mas fuerte de la región de Concacaf.

Se mostró el chapinismo en todas las expresiones posibles a través de los distintos medios de difusión, radio, televisión, internet, la prensa escrita, las redes sociales se abarrotaron con expresiones de apoyo y alegría hacia el grupo de jugadores que lograron esa hazaña deportiva.

Los guatemaltecos estamos inmersos en un mar de propaganda política fastidiosa y aburrida, agobiados por la carestía de los productos de la canasta básica, los combustibles, la violencia, la situación económica que está por lo suelos, las amenazas de bloqueos por parte del gremio magisterial y un sin fin de situaciones más.

Sin embargo de un momento a otro las penas y sufrimientos de los chapines cambian como por arte de magia por el resultado de un partido de fut - bol y nos brinda la posibilidad de vivir unos momentos de alegría y euforia precedidos por un estado de nervios indescriptible. Sabemos que es totalmente temporal cuya duración será de pocos días, sabemos que tampoco nos sacará de nuestras penas y preocupaciones ni mucho menos de los problemas sociales, políticos y económicos, pero al menos constituye un bálsamo para un alivio de los males que nos aquejan, y si no lo podemos calificar como un alivio llamemosle una distracción.

Gracias Selección sub-20 por estos momentos de alegría y felicitaciones por un excelente esfuerzo deportivo y un resultado que jamás en nuestro país habíamos vivido.     

La organización magisterial la están deteriorando.

La otrora organización magisterial esta perdiendo credibilidad porque sus dirigentes anteponen intereses personales a los de sus integrantes. Recordamos que antes cuando se hablaba de un paro magisterial era un asunto digno de respeto, los gobiernos se preocupaban y la población apoyaba sus demandas. Eran un movimiento por demás admirado por la fuerza y el apoyo unánime de todos sus integrantes, sin presiones ni chantajes.

Sus logros eran verdaderos triunfos que beneficiaban directamente a los maestros y sus demandas eran justas y realistas, indirectamente los estudiantes y sus familias se beneficiaban también porque el nivel académico se elevaba con los consiguientes triunfos para ambos grupos y para la sociedad en general.

Lamentablemente en estos días no podemos hablar de la misma forma que antes, la dirigencia se ha replegado a los intereses partidistas del gobierno de turno haciéndose cómplice en las presiones de éste hacia las otras dependencias del estado para lograr que se legisle según los intereses del partido en el gobierno, cayendo incluso en ilegalidades como lo son los bloqueos de carreteras, obstaculizando el libre transito de los guatemaltecos, a pesar de que este derecho esta garantizado por la Constitución.

Se esgrimen causas justas como la construcción de mas y mejor infraestructura (escuelas completas, aulas, pupitres, útiles escolares, refacción adecuada, mas docentes, etc), pero eso constituye la misma canción de siempre porque cuando reciben sus aumentos salariales automáticamente se olvida de las condiciones en que los alumnos reciben sus clases y todo continua en las mismas condiciones que antes, esperando la próxima jornada de paros para venir con las ya conocidas justificaciones.