No recuerdo que en algún gobierno anterior se dieran tantos cambios en la cartera del interior en tan poco tiempo, es decir en el ministerio de Gobernación, esta situación se puede visualizar desde dos ángulos diferentes:
A) Una total improvisación y falta de programa de gobierno en la rama de la seguridad del partido que actualmente está de turno.
B) Desacuerdos en la forma de conducir el ministerio.
Cualquiera que sea la razón de los cambios, es claro que hay falta de coordinación en los altos niveles de mando del gobierno, con los consiguientes problemas que esto acarrea especialmente en lo relativo al seguimiento de los procesos investigativos de los distintos casos que ya están en trámite.
Cada cambio de cualquier funcionario conlleva movimientos en el sistema de funcionamiento administrativo, sustitución de personas, políticas diferentes de actuar en determinados asuntos, contactos distintos, intereses diferentes, etc. Provocando con ello un estancamiento en el que hacer de las dependencias, mientras se dan los acomodamientos correspondientes, el problema se origina o se hace más grave cuando apenas se están dando los movimientos de reacomodo cuando hay que hacer un nuevo cambio porque hubo una renuncia o una destitución en los altos niveles administrativos. Y el círculo vicioso continúa girando.
Generalmente cuando se da un cambio como éste siempre hay personas (gente humilde, gente pobre, gente del pueblo) que salen afectadas por una u otra razón, por lo que también deberán acoplarse a los cambios, provocando también retrasos en los procesos administrativos a nivel personal, colectivo y social.
Hay una particularidad interesante en este cambio de ministro, para variar hay divergencias entre las opiniones de las personalidades que hacen gobierno, dejando entre ver que hay intereses que no han podido ser reconciliados.
Mientras ellos se dicen unos a otros sus cosas, ocultando los verdaderos motivos de los movimientos, el pueblo continúa mirando de un lado a otro tratando de comprender el enmarañado asunto que están entre tejiendo culpándose unos a otros.
Lo que también es aprovechado y de una muy buena forma por las organizaciones delincuenciales para continuar haciendo de las suyas en ésta sociedad guatemalteca que ya ha sido, está siendo y continuará siendo (ojalá que no por mucho tiempo) golpeada por el terror que provocan y fomentan la desorganización estatal y la inseguridad.
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