sábado, 21 de enero de 2012

Nuevo presidente de Guatemala

Luego de millonarias campañas electorales plagadas de discursos, promesas, ofrecimientos, regalitos, compra de voluntades y demás condimentos que para el pueblo guatemalteco no tuvo ningún significado, por fin el pasado 14 de enero tomó posesión del cargo de presidente Otto Pérez en un acto que estuvo lleno de sus parciales para vitorear y aplaudir su mensaje, pero también para abuchear, tal como se había previsto, al mandatario que entrego el cargo.

Muy al estilo de la hora chapina y para variar, el acto comenzó con retraso, provocando que algunos invitados se retiraran a atender sus múltiples compromisos en sus respectivos países.

El discurso, tal como se esperaba, se adornó con palabras trilladas, rebuscadas, con las que se pretendió dar un mensaje esperanzador al pueblo, mucho de lo que significaban las palabras cayó en el vacío ya tradicional. No faltaron las indirectas políticas con la intención de fomentar el morbo de los asistentes y de quienes vieron el acto por la televisión. No se pudo ocultar la rivalidad política en las miradas que se cruzaban los personajes principales y en algunos gestos y actos.

El costo del acto de traspaso de mando fue por demás oneroso, dinero que bien pudo haber servido para atender enfermos en los hospitales, o brindar útiles escolares para los niños de muchos centro educativos, sin embargo en un país tan pobre y golpeado en su economía, no se escatimaron los recursos para dar una imagen que no corresponde a la realidad guatemalteca.

Mientras la clase política hacía su show a nivel internacional, el guatemalteco común no se dio por enterado pues debía trabajar arduamente para llevar el pan diario a su familia y ganar el dinero que se debe pagar al estado en concepto de impuestos para, precisamente, cubrir los despilfarros  en los diferentes actos públicos.

El nuevo presidente cuya participación en el conflicto armado guatemalteco de 36 años, fue muy significativa especialmente en cuanto a represión se refiere, hizo énfasis en la reconciliación olvidándose de los excesos cometidos por su organización en contra de la población inocente, sin embargo los familiares de las víctimas no lo tomaron de esa forma.

Todos los guatemaltecos tenemos la esperanza de que el nivel de vida pueda ser superado, que el clima de violencia que prevalece pueda ser controlado, que la economía sea elevada, que hayan fuentes de trabajo, que se cubran las necesidades de todos. Lamentablemente no todo se podrá mejorar debido a que hay condiciones internacionales especialmente económicas que determinan la vida en Guatemala, debido a que no tenemos independencia de ninguna clase.

En la alternabilidad del poder que ya es tradición en nuestro país, ahora tendremos un gobierno eminentemente empresarial y militar, dos sectores de la sociedad que se caracterizan por buscar sus propios beneficios a costa del pueblo trabajador guatemalteco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sus comentarios y sugerencias son bienvenidos y se tomaran en cuenta.

Por favor observe las normas de conducta y educación generalmente aceptadas.

Para mantener una comunicacion recíproca y respetuosa, le agradeceré se identifique y consigne una dirección de correo electronico válida.

Me reservo el derecho de no publicar comentarios inapropiados y anónimos.